Imagen de un autobús interurbano en Madrid (Vicálvaro). Fotografía del autor.
La Empresa Municipal de Transportes de Madrid ofrece en nuestra capital una amalgama de líneas que permite una movilidad por casi toda la ciudad. Decimos casi porque no toda la ciudad se encuentra servida por sus servicios. Existen líneas interurbanas que ofrecen servicios, tanto de forma independiente como compartiendo recorrido con líneas de la EMT de Madrid, y que son muy demandados por la sociedad madrileña. Es por ello, que deseamos iniciar un pequeño debate sobre estos servicios, los cuales queremos ver sí existe una competencia o son de ayuda a la EMT de Madrid.
La concesión de transporte de viajeros en la ciudad de Madrid: ¿Empresa Municipal de Transportes o sistema mixto de transportes?
Desde sus inicios en 1947, la Empresa Municipal de Transportes ha tenido como principal labor la prestación de un servicio publico de transporte en superficie mediante las diferentes líneas de autobuses. Gracias a su flota, el municipio ha tenido un servicio continuado para garantizar su movilidad. Aunque a partir de la década de los 50 del siglo XX, el Ayuntamiento de Madrid otorgó concesiones a empresas privadas para ofrecer servicio en aquellos barrios periféricos de la ciudad, lo cierto es que muchas de estas líneas regresaron al servicio municipal de transportes durante el año 1980. Esta situación se mantiene hoy en día. En el Estatuto Social de la EMT de Madrid se indica que su principal actividad es la gestión directa del servicio de transporte público dentro de las competencias asignadas al Ayuntamiento de Madrid.
A modo de curiosidad, dentro de sus Estatutos se indica que el objeto social de la EMT de Madrid es la “gestión y explotación del servicio de transporte público urbano de superficie para viajeros en el área metropolitana de Madrid, mediante la red de autobuses urbanos o mediante cualquier otro tipo de vehículo”. Esta frase parece esperanzadora para la solución a muchos problemas de transporte en el área metropolitana, pero hay que ser cautelosos ya que en dicha documentación se ofrece que el ámbito de actuación de esta sociedad es la ciudad de Madrid. A pesar de que esto parece redundante, ya que se puede decir que todos saben que la EMT de Madrid solo presta servicios en Madrid, lo cierto es que es importante para entender el objeto de nuestro artículo.
Tras este pequeño inciso curioso, retomamos la problemática sobre los autobuses interurbanos y su incidencia en la ciudad de Madrid. El nacimiento de estas líneas se ofrece con el auge de un nuevo medio de transporte por carretera: el autobús. Para regular este medio, el Estado promulgó una normativa que controlase el transporte de viajeros por carretera, estableciendo condiciones sobre los itinerarios, precios y servicios. Una nueva ordenación que emanaba desde el Ministerio de Obras Públicas y que ofreció en Madrid nuevas conexiones por carretera entre lugares que pertenecían a la capital, caso de El Pardo, Aravaca, Huerta de las Castañedas o Barajas, y entre Madrid y otros puntos fuera de la capital.
Como vemos, la convivencia entre las líneas de la EMT de Madrid y las líneas operadas por empresas privadas de transporte público convivieron. El municipio de Madrid controlaba una serie de líneas que eran de su competencia, mientras que desde el Estado se otorgaban concesiones en aquellos puntos donde era necesario la movilidad en la capital. La ciudad crece con el tiempo y la normativa también cambia. Aunque la Ley 16/1987, de 30 de julio, de Ordenación de los Transportes Terrestres, conocida comúnmente como LOTT, es importante para la ordenación de los transportes por carretera y la cual respetaba las competencias autonómicas y locales, lo cierto es que en estos años se crea un organismo de gran importancia para la ordenación de los transportes en nuestra provincia: el Consorcio Regional de Transportes Públicos Regulares de Madrid.
Este nuevo órgano tenía como principal función la coordinación de los distintos transportes de la Comunidad de Madrid, los cuales disponían de distintos marcos legislativos en respecto a la ordenación de transportes. El Consorcio deseaba una correspondencia entre los distintos medios de transporte y que se ofrecían en la Comunidad en régimen de competencia tanto en horarios como en tarifas. Para ello, el Consorcio ofrecería el control y coordinación de transportes, la planificación de las infraestructuras y la determinación de las tarifas al disponer la Comunidad de Madrid de la función legislativa en materia de transportes.
Mediante la incorporación de los ayuntamientos de la Comunidad de Madrid, el Consorcio concentraría las competencias sobre el transporte público de viajeros regular, encontrándose los servicios de transporte urbano e interurbano que ofrecían sus servicios en la ciudad de Madrid. Aunque respetaba si las empresas eran públicas o privadas, el Consorcio era el que marcaba las directrices del servicio ofertado y de sus tarifas. Por ello, en los primeros años de servicio, el Consorcio Regional de Transportes recibió en bruto un sistema concesional de líneas de transporte interurbanos, el cual tuvo que reordenar con el tiempo, y las distintas líneas operadas por la EMT de Madrid, las cuales variaron poco esperando a las necesidades de los viajeros.
La variación de las líneas de transporte urbano e interurbano por la ciudad de Madrid fueron modificándose, configurándose una ordenación nueva de las líneas. Con el tiempo, la Comunidad de Madrid promulgó la Ley 20/1998, de 27 de noviembre, de Ordenación y Coordinación de los Transportes Urbanos de la Comunidad de Madrid, la cual permite una regulación de los transportes urbanos e interurbanos por carretera y, además, complementa a lo establecido por la LOTT. Esta Ley es importante, ya que en el capítulo II, dedicado al Régimen jurídico del transporte colectivo, podemos observar un apartado interesante para nuestro artículo: los servicios coincidentes.
Estos servicios se denominan a los tráficos en “los que se realicen entre paradas en las que el servicio interurbano estuviera autorizado a tomar y dejar viajeros o puntos próximos a las mismas, incluso cuando dichas paradas estuvieran dentro de la misma población o núcleo urbano.” Esta situación es habitual en nuestra Comunidad, donde los operadores de transporte disponen de sus concesiones administrativas para operar en los distintos núcleos de población.
Sin embargo, para el caso de los servicios coincidentes en el ámbito municipal, el artículo 7 ofrece múltiples elementos que nos van a ayudar en nuestra pregunta. Por un lado, este artículo afirma que “no existirán prohibiciones de coincidencia para el establecimiento de servicios regulares permanentes o temporales de viajeros de competencia municipal.” Con esta frase, podemos concluir que la EMT de Madrid ha de competir con los operadores de autobús interurbano ya que con esta Ley disponen de permiso para dejar o recoger gente en las distintas paradas existentes en la ciudad de Madrid. Una competencia que en otros municipios de la Comunidad de Madrid no se ofrece al existir líneas con tráfico restringido para los usuarios.
De igual modo, si el Ayuntamiento de Madrid quiere disponer de una línea de transporte que incluyese tráficos coincidentes con los que tengan autorizados con anterioridad otros servicios regulares interurbanos, es necesario que el Ayuntamiento de Madrid afirme y justifique que el servicio de transporte interurbano es insuficiente para realizar dicho servicio urbano por la capital. Sumado a ello, la entidad en materia de transporte, siendo en la Comunidad de Madrid el Consorcio Regional de Transportes de Madrid, tiene que ofrecer su conformidad a esta justificación y elaborará un plan de coordinación de explotación de ambos servicios de transporte (EMT de Madrid y el operador privado interurbano) en cuya elaboración tiene que ser oída la empresa que dispone de la concesión del servicio interurbano.
Este condicionante hace que, en la actualidad, diversas líneas de los operadores privados con concesión administrativa (VCM) dependientes del Consorcio Regional de Transportes de Madrid dispongan de itinerarios muy parecidos a los que ofrece la Empresa Municipal de Transportes de Madrid. Al disponer los operadores privados de concesiones que habían otorgadas por el Ministerio de Obras Públicas y que fueron ampliadas por el Consorcio Regional de Transportes posteriormente, la EMT de Madrid se encuentra en una situación de inferioridad para asumir esos tráficos en su totalidad, recurriendo a que las empresas de transporte privados sean las que mantengan unos tráficos interesantes, mientras que la empresa municipal solamente puede auxiliar en ciertos tramos coincidentes, no prestarlo u ofrecer servicio con un itinerario más largo que el prestado por el operador privado. Una ayuda que parece más una evasión para no competir.
¿Competencia entre EMT de Madrid y operadores privados o beneficio para el usuario? La labor del Consorcio Regional de Transportes de Madrid.

Como hemos comentado previamente, desde el año 1985, la Comunidad de Madrid dispone de un órgano importante en materia de transporte que es el Consorcio Regional de Transportes. Este ente permite crear una coordinación en materia de transportes en la Comunidad, ofreciendo una regulación de los servicios de transporte, de un marco común tarifario y de las compensaciones económicas entre los distintos transportes. La adhesión de los distintos municipios a lo largo del tiempo ha hecho que las relaciones entre las empresas operadoras publicas y privadas se pudiese hacer de forma coordinada bajo un mismo ente de transporte.
Dentro de los distintos cambios creados en materia de transportes por el Consorcio, con relación a nuestra pregunta, fue la unificación de las tarifas, siendo este organismo el beneficiario de todas las recaudaciones ofrecidas por la venta de billetes en los autobuses urbanos e interurbanos de la Comunidad de Madrid. Entonces, ¿por qué en los autobuses interurbanos cuando circulan por la ciudad de Madrid solamente aceptan la tarifa B1 del Abono Transportes, pero el billete tiene la misma tarifa que un autobús urbano de la EMT de Madrid?
En las primeras andaduras del Consorcio Regional de Transportes creó un elemento indispensable para la movilidad de los madrileños: el Abono Transportes. Gracias a este elemento, la Comunidad obtuvo un marco tarifario en la que se integrasen todos los servicios de transporte publico existentes. Con el Abono se creaba una libertad de movimiento para sus usuarios, de forma que la persona podría moverse libremente mediante una tarifa. La creación de las coronas tarifarias se basó en las zonas A, B y C, ofrecidas bajo un área geográfica común.
La zona A estaba basada con el área de influencia de las redes de Metro de Madrid y EMT de Madrid, mientras que las zonas B1, B2 y B3 estaban las localidades dependientes con la capital. Esto significaba que los autobuses interurbanos se incluyesen en el uso del Abono Transportes con tarifa mínima de B1 y dando una mayor movilidad a sus usuarios. Esta situación se observaba en enero de 1989 con la estabilización de todas las zonas tarifarias del Abono Transportes. Mientras que Aravaca era zona A para los servicios prestados por la EMT de Madrid, era una zona B1 para los servicios prestados por autobuses interurbanos. Esto hace que en la actualidad todos los usuarios de servicios interurbanos que ofrecen servicios por Madrid tengan que disponer de un titulo de transporte superior a la zona A, siendo el B1 el mínimo.
La actualidad del transporte en Madrid: los interurbanos siguen teniendo fuerte presencia.
El cambio de la ciudad de Madrid y de su área metropolitana ha sido de constante crecimiento a lo largo de los años. La situación del transporte público con la que se encontró el Consorcio Regional de Transportes en 1985 dista muchísimo con la situación del transporte público que actualmente disponemos. El número de líneas de la EMT de Madrid y de autobuses interurbanos que hacen servicio por la capital ha ido variando constantemente, viéndose incrementados sus servicios en ambos operadores.

Aunque en los últimos años hemos visto como varias líneas de autobuses operadas por empresas privadas con itinerarios dentro de la capital han sido sustituidas por líneas integradas en la red de la Empresa Municipal de Transportes, existen numerosos puntos donde las líneas interurbanas disponen de gran presencia como son los casos de Fuencarral-El Pardo, Moncloa-Aravaca, Latina, Carabanchel, Ciudad Lineal o Barajas. En dichos distritos existen numerosas líneas de transporte interurbano con fuerte presencia de usuarios, los cuales tienen que utilizar dichos servicios debido a que otras líneas de la EMT de Madrid no ofrecen servicios, por mayor rapidez que otras líneas coincidentes de la EMT de Madrid o simplemente por ser algo habitual.
Aunque en el momento de creación del Abono Transportes no se planteó, ya que esta práctica iba a ser muy baja, en la actualidad muchas personas habitantes de Madrid ya disponen de un Abono Transportes con la tarifa B1 incluida. La proliferación de los Abonos Transportes que incluyen las tarifa C2, caso de los abonos Infantil, Joven o Tercera Edad; unido a la reducción de tarifas de los distintos Abonos y Billetes de transporte hace que muchas personas utilicen estas líneas de transporte interurbano por la ciudad de Madrid en detrimento de las líneas operadas por la ciudad de Madrid.
Entendemos y nos parece totalmente lógico que los beneficios obtenidos por las ventas de billetes y abonos recaigan en el Consorcio Regional de Transportes y este órgano luego realice las reparticiones entre las empresas para ofrecer los equilibrios económicos, pero no nos parece bueno que los operadores de transporte interurbanos tengan que asumir un número elevado de usuarios madrileños al no existir línea de la EMT de Madrid que ofrezca servicio en puntos de la capital o bien porque el autobús interurbano pueda tener algo de mayor rapidez que el autobús municipal aunque tenga un mismo destino.
La capacidad de los autobuses interurbanos es menor a los autobuses de la EMT de Madrid, los cuales están diseñados para distintas funciones. La Empresa Municipal de Transportes ofrece autobuses en los que la plataforma central está pensada para albergar a un mayor número de personas de pie, mientras que los autobuses interurbanos tienen un diseño con un mayor número de asientos al tener recorridos de mayor duración y por zonas fuera de poblado. Si en los autobuses interurbanos acceden viajeros que realizan movimientos internos por Madrid, se les resta capacidad para que los viajeros con necesidad de acceder a puntos fuera de la ciudad puedan entrar.
Otro de los problemas que existen son en los horarios de servicio. Las líneas interurbanas ofrecen sus primeros servicios diurnos antes que las líneas diurnas de la EMT de Madrid, fruto de la necesidad de movilidad laboral que tienen los habitantes del área metropolitana. En el momento en el que los primeros autobuses interurbanos llegan a la ciudad, los habitantes de Madrid van a utilizar estos autobuses para sus desplazamientos internos en la ciudad, ofreciendo picos de ocupación elevados y llegando a los limites de capacidad admitidos. Esto hace que la gente tenga que depender únicamente de estos servicios en ciertas zonas y no se pueda garantizar la movilidad para muchas personas en la capital.
Es por ello que nos parecería importante revisar esta casuística en el momento de entrada del nuevo Mapa Concesional que está elaborando el Consorcio Regional de Transportes de Madrid, estableciendo sistemas que permita a las líneas de autobús interurbano ofrecer servicios en Madrid con restricciones en el acceso con el objetivo de que los usuarios que tengan como origen o destino las localidades del área metropolitana sean los que realmente utilicen este servicio y no habitantes de Madrid. Asimismo, el Ayuntamiento de Madrid debería estudiar la creación de líneas en puntos de gran demanda de usuarios con el objetivo de desincentivar el uso del transporte interurbano para traslados entre puntos de la ciudad de Madrid o bien ofrecer un servicio complementario que permita mejorar el rendimiento de las líneas de la EMT de Madrid mediante las líneas ya existentes o con la creación de nuevas líneas que permitan mejorar la movilidad de los madrileños y descongestionar las líneas interurbanas.

Deja un comentario