La movilidad y el transporte en la Sierra. Una movilidad distinta en la Comunidad.

Imagen de la estación de autobuses de Collado-Villalba. Fotografía del autor.

Aunque en muchos de los artículos que establecemos se centren en las noticias existentes en la zona central o metropolitana de Madrid, la Sierra de Madrid también es una de las zonas con una movilidad bastante interesante y diferente a la que existe en otras zonas de la misma comunidad. En este artículo, he querido analizar estas zonas y ver como es la movilidad en dichas zonas serranas.

Una mirada global de la movilidad de la Sierra.

Es un hecho palpable que las poblaciones de las zonas serranas son más pequeñas que los municipios que se establecen dentro de la zona Metropolitana de Madrid. Los servicios que poseen estas pequeñas localidades, las cuales muchas de ellas no superan los 20.000 habitantes – salvo excepciones en zonas muy cercanas a Madrid – y poco a poco se van empequeñeciendo según nos acercamos a los puntos más altos del sistema central. Muchas de estas poblaciones, no alcanzan los 10.000 habitantes o bien poseen menos de 1.000 habitantes.

Como es normal y según nos alejamos del área central, los servicios van descendiendo debido a que se han de corresponder a la demanda de las poblaciones. Pero aunque los servicios sean mínimos para que se puedan dar una calidad de vida en la zona, no significa que la movilidad en la zona serrana sea únicamente mediante el uso de vehículos privados. Existen servicios de transporte público los cuales intentan adaptarse a la demanda de dichos servicios por carretera.  Para ello, las empresas de autobuses utilizan pequeños minibuses adaptados a personas de movilidad reducida, los cuales conforman el paisaje de autobuses de la Sierra de Madrid.

La organización de muchas de sus líneas posee una estructura radial desde las principales poblaciones de las comarcas de la serranía de Madrid. Para ello, se estableció un sistema de pequeños “intercambiadores” o estaciones de autobuses, las cuales parten numerosas líneas hacia dichas poblaciones y a su vez se unen con los servicios de Madrid. Pero no solamente se produce una radialidad, existen pequeñas líneas que se conforman como líneas circulares, las cuales atraviesan pequeñas poblaciones y finalizan en estos pequeños intercambiadores de autobuses. De este modo, se produce un “hub” de usuarios que transbordan para poder proseguir su camino hacia zonas más cercanas del Área Metropolitana de Madrid o incluso a la ciudad de Madrid.

Estos enclaves se sitúan en grandes poblaciones que estén alejados de Madrid, permitiendo acortar el tiempo de viaje, tanto de las líneas serranas como las procedentes de Madrid, y acercar a las personas de poblaciones pequeñas a los centros de servicios. Entre tales poblaciones, debemos destacar San Lorenzo de El Escorial, Collado-Villalba, Buitrago del Lozoya y Torrelaguna. Puntos donde además se sitúan zonas para el intercambio de líneas y de servicios.

A pesar de que se creen puntos de conexión entre servicios de autobuses, muchos de ellos presentan una descoordinación bastante importante. Muchos usuarios ven como su viaje aumenta de tiempo de recorrido debido a que han de esperar en los distintos intercambiadores de las poblaciones serranas, para poder montarse en otro autobús que le lleve a su pequeña población.

Pero a parte del problema del tener que realizar un transbordo entre líneas, existe el problema de la rapidez de estos servicios. La llegada a estas poblaciones supera o llega, en muchos casos, la hora de viaje. Estos viajes tan largos pueden poseer paradas en numerosas poblaciones pasantes, siendo travesías de los principales corredores. Estas poblaciones ralentizan bastante el uso del transporte público. A pesar de que las autovías suponen que el servicio gane velocidad, el tráfico sigue siendo un problema.

Aunque parezca un poco extraño, los servicios de Cercanías Madrid y los servicios de Media Distancia ofrecen una gran ayuda a la movilidad en las poblaciones comprendidas en la zona del Guadarrama. Estaciones como Santa María de la Alameda o Robledo de Chabela, permiten que los usuarios de autobuses transborden a los distintos servicios ferroviarios que efectúan parada en dichas estaciones. Servicios que en algunos casos son superiores a los que los servicios por carretera ofrecen, creando una movilidad alternativa al minibús.

Propuesta del autor para la mejora de la movilidad.

El primero de los pasos es que los servicios ganen velocidad frente al vehículo privado. Muchos de los usuarios de autobús de estas zonas, ven como el servicio de autobús es mucho más lento que el vehículo privado; optando por este medio para ahorrarse tiempo diariamente. Por ello, el caso del corredor 6 es un ejemplo de uso del transporte: el carril Bus-VAO. El uso de este pequeño carril hace que los tiempos sean reducidos frente a los servicios que circulan por las calzadas exteriores.  Para el Corredor 1 sería un gran avance un sistema parecido para que los usuarios de la zona norte de la Comunidad puedan viajar más rápido a los intercambiadores de Torrelaguna o Buitrago del Lozoya.

Por otro lado, las conexiones de los servicios de las poblaciones de la Sierra con las poblaciones que ofrecen los pequeños intercambiadores de transporte, deben estar coordinados con los servicios que tengan origen o destino Madrid y otras poblaciones. De nada sirve que los servicios lleguen con retraso o con adelanto a los pequeños servicios de la Sierra. Los usuarios no agradecen que los servicios sean descoordinados.

Estos horarios aparte de que exista una coordinación entre los servicios de autobuses, que también se coordinen con los horarios de los distintos servicios que poseen las grandes poblaciones. Por ejemplo, que los servicios de autobuses se coordinen con el sistema de citas sanitarias de la población, horario de gestiones de las casas consistoriales o bien los horarios que tengan los centros educativos. Son servicios que poseen la afluencia de los pequeños habitantes de las pedanías.

Todo ello se puede establecer mediante las paradas a demanda, las cuales existen en ciertas líneas de transporte previa demanda al conductor de dónde efectuaremos nuestro descenso. Pero aunque exista dicho sistema, es muy minoritario en el conjunto de líneas interurbanas de la sierra. De igual forma, muchos de los servicios que operan en esta zona, efectúan parada en los centros de las ciudades, puntos donde la movilidad es mayor y acercan a la mayoría de los habitantes.

Un uso que se puede establecer, es la creación de pequeñas rutas o vías ciclistas que unan poblaciones cercanas y la entrada de estos ecológicos vehículos al interior de los minibuses interurbanos. El problema que desde mi punto de vista he observado en mis rutas, es que el terreno abrupto y la edad avanzada que poseen los habitantes de algunas poblaciones, hacen que este sistema se vea abocado a un uso disperso o bien turístico por bosques y montes. Sí bien, la implantación de este sistema podría animar a aquella población más joven que se instala en esas zonas.

Otras de las soluciones – que en Madrid todavía no he visto, pero en otras poblaciones sí he comprobado – es la introducción de métodos de carsharing o coches de alquiler en las distintas poblaciones. El método que pude ver es un sistema de coches de alquiler de diferentes tipos, para los habitantes que estén censados en la villa. En caso de que el dueño tenga problemas con su propio vehículo o quiera utilizar otro vehículo, puede utilizar el vehículo que el ayuntamiento le ofrece por horas o por un día. De esta forma, la movilidad se garantiza y se utiliza un vehículo municipal para realizar nuestro recado.

La idea que tengo no es privar el uso del vehículo privado en aquellas zonas de la Sierra y sus pequeñas y dispersas poblaciones, sino que los servicios y los habitantes de esas zonas, puedan obtener un sistema de coordinación eficiente y que el transporte público pueda ganar al vehículo privado. La instalación de aparcamientos disuasorios en los intercambiadores o estaciones de autobuses puede ser uno de los principales ejes de ayuda a la movilidad. Por ejemplo, la estación de autobuses de Collado-Villalba posee un aparcamiento cercano y al igual que el de San Lorenzo de El Escorial. Sitios pintorescos como Buitrago o Torrelaguna, pueden ofrecer una alternativa importante a la movilidad de la serranía.

La opción ferroviaria siempre es un garante de mayor transporte de personas en un mismo servicio. El caso de los servicios ferroviarios más allá de la estación de El Escorial o los servicios a Cercedilla, supone que el usuario tenga una alternativa para transbordar de modo de transporte. Muchas de las estaciones de autobuses se sitúan cerca o poseen una correspondencia con las paradas de las estaciones o apeaderos de Cercanías Madrid, ayudando a la movilidad serrana.

Pero en el caso del Corredor 1, esta movilidad por ferrocarril quedan eliminadas a pesar de que la línea de ferrocarril Madrid-Chamartín – Aranda de Duero – Burgos, pasa en las cercanías de muchas de estas poblaciones de la zona norte de la Comunidad de Madrid, pero que no existe, actualmente, ningún servicio ferroviario. Un agraviante para que los autobuses hacia la sierra norte tengan mayor ocupación o bien que la densidad de vehículos sea superior en algunos momentos.

Conclusiones del autor.

Como todo, el papel de esta movilidad queda en manos de las administraciones locales y de la Comunidad, las cuales pueden dar una mejora en la movilidad de los habitantes del norte y oeste de nuestra provincia. Una zona que aunque su movilidad parezca imposible, se puede realizar perfectamente y visitando cada población desde la ventanilla del tren o del autobús.

2 respuestas a “La movilidad y el transporte en la Sierra. Una movilidad distinta en la Comunidad.

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  1. En las posibles soluciones que planteas te recomendaria una, que pienso deberia estudiarse a nivel nacional, y es la de los taxis colectivos, que ya se emplean en Latinoamérica. Es decir, taxis que hacen lineas y paradas, como los buses y cuyo precio es algo mas elevado que el bus pero más barato que el taxi. Seria una forma de flexibilizar el transporte en lugares con pocos servicios y de paso tal vez sería una forma de revitalizar un sector en grave peligro por la competencia de las licencias VTC.

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    1. Buenos días, Bertil Merchante.

      La idea del taxi colectivo, puede ser una idea para mover a la población; pero se toparia con el tema de las licencias que cada municipio posee. Lo cual imposibilita un poco que existan distintos servicios de transporte público/privado en la zona de la Serranía de Madrid.

      Por ello establezco como soluciones el transporte tipo carsharing para aquellas personas que no tengan vehículo propio y quieran moverse por las poblaciones o bien el transporte a la demanda. Entiendo que el problema es que la mayoría de personas que viven en aquellas zonas son bastante longevas, con lo cual estar pidiendo un taxi lo veo más complicado. Hay algo que hay que tener en cuenta, y es que las personas muy longevas tienen una movilidad muy reducida, y no les apatece estar llamando todo el rato para que venga el autobús o incluso ponerle una App para su llegada; no les interesa y son mayores.Y sabiendo que el Abono de 3° Edad tiene un precio muy jugoso, preferirán un servicio de autobuses que se adapten a los distintos servicios que tienen.

      Aunque la mayoría de las personas que hay en esas zonas o bien se adaptan a los servicios de transporte o bien piden ayuda a familiares o allegados que tengan para realizar sus movimientos. Por ello pido eso, una adaptación de los servicios a la demanda. Cómo muchos me comentaron, ir aunque sea al centro médico supone que tengas que esperar bastante a que venga el servicio de autobuses que vaya a mi localidad. Es una triste realidad, aunque sí pudo la incluyo cómo alternativa.

      Un saludo

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