Imagen de uno de los carteles que indican la entrada al Área de Prioridad Residencial (APR) en Madrid. Fotografía extraída de El País.
El centro de las ciudades es un espacio en el que la prioridad del peatón se intenta conseguir de forma clara y continuada. Los espacios destinados principalmente al tráfico rodado, constituían un peligro para la movilidad peatonal del centro. Sus calles, estrechas y con recovecos, no podían ser aptas para la circulación de miles de vehículos que se dirigían a los puntos más céntricos de la ciudad. Es por ello, que en Madrid, se constituyó un elemento clave para mejorar las calles más céntricas de la capital: las Áreas de Prioridad Residencial.
Anterior a la creación de MadridCentral como punto de un área restringida central, las Áreas de Prioridad Residencial fue el primer paso para limitar un centro de la ciudad colapsado de vehículos. Las zonas donde se instalaron fueron en los barrios de Cortes, de Embajadores, de las Letras y de Ópera. Dichos barrios disfrutaron de un sistema de prioridades para las siguientes categorías:
- Vecinos de residentes.
- Vehículos de Movilidad Reducida y con su distintivo.
- Vehículos de transporte público.
- Vehículos con reservas en hoteles y hostales, siendo únicamente el paso para realizar la carga y descarga.
- Servicios de Emergencias.
- Motocicletas desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche.
- Vehículos de carga y descarga.
- Acceso a los aparcamientos autorizados.
Los vecinos y comerciantes acogieron con buenos ojos la implantación de este sistema de peatonalización, ya que esto se permitía que el ruido de los vehículos sea mínimo y los vecinos pudiesen descansar mejor en sus casas. Por otra parte, los mismos comerciantes vieron como nuevas personas accedían a las calles que estaban cerradas al tráfico, ya que con anterioridad no podían hacerlo o simplemente no querían por el excesivo tráfico existente. Con estas Áreas, la movilidad peatonal aumentó de forma considerable.
La instalación de estos sistemas fue prácticamente igual que en el caso de MadridCentral, siendo señalizado mediante señales reflectantes que indicaban el acceso al Área de Prioridad Residencial y sus correspondientes exenciones. Asimismo, un sistema de cámaras que leían las distintas matriculas imponían las correspondientes multas por traspasar dichas zonas prioritarias sin autorización previa o sin reunir las condiciones de paso. Un sistema que mucha gente criticó, pero que beneficiaba al conjunto de los vecinos.
Los efectos que tuvieron las distintas Áreas de Prioridad Residencial en Madrid.
A pesar de las claras ventajas que disponía este sistema, algunos pequeños inconvenientes surgieron con la implantación de las Áreas de Prioridad Residencial. El primero de los problemas fue el aumento de ruido provocado por las peatonalizaciones. A pesar de que los vehículos emitían baste ruido por el continuo paso, el ruido fue cambiado por el producido por el gentío. La mejora de la movilidad peatonal trae consigo un aumento del número de peatones, con lo que muchos locales de la zona cambiaron para consolidar nuevas zonas de ocio nocturno. El Ayuntamiento de Madrid, animado por esta peatonalización, permitió que las zonas de ocio aumentasen el espacio destinado para las terrazas. Un problema que acaeció en barrios como Las Letras, Chueca, Ópera o La Latina y que los vecinos sufrieron.
El otro problema existente fue para los aparcamientos de la zona interior del centro de Madrid. Muchas personas no sabían cómo dirigirse a estos aparcamientos, ya muchas de las calles del centro de Madrid no incluían un sistema continuado de señalización. Al no existir una señalización que refuerce la obligatoriedad de escoger dicha dirección única, muchos conductores atravesaban calles que no estaban permitidas para su tránsito; llegándoles la correspondiente multa por la infracción cometida. Uno de los grandes problemas se ofreció en la plaza de Santa Ana, donde muchos vehículos tomaban calles que estaban prohibidas.
Conclusiones del autor.
Como hemos podido comprobar, las Áreas de Prioridad Residencial fueron una medida disuasoria del tráfico rodado por las calles de Madrid. Muchos vecinos llevan años conviviendo con los ruidos y polución de los automóviles y otros vehículos. Se puede decir, que fue una medida bastante buena para que los residentes tuviesen una mayor calma de tráfico y se mejorase la movilidad peatonal. A pesar de que no fue una peatonalización estricta, se pudo observar como los peatones fueron tomando poco a poco el centro de las calles de Madrid. Un sistema que permitió la configuración actual de MadridCentral, el gran proyecto de cierre del centro de la capital.
Conclusiones
Como vemos, es una medida disuasoria del tráfico rodado por las calles de Madrid. Muchos vecinos llevan años notando y conviviendo con los ruidos seguidos y la polución de los automóviles y otros vehículos. Creo que es una medida buena para que estos vecinos tengan una vida más tranquila y se opte por otro tipo de transportes. Por mi parte, sigo prefiriendo las calles peatonalizadas al 100%, es mucho mas cómodo saber que vas por una calle, donde los viandantes tenemos la prioridad. Claro esta que podrán circular vehículos, los cuales tengan salidas de aparcamientos o vehículos de prioridad, pero siempre, creando un espacio para ambos.
Asimismo, lo que se debería hacer, es que haya más información sobre los aparcamientos que hay en el centro de Madrid, para que los conductores de automóviles, puedan ir a estos, con mayor comodidad, es decir, crearles caminos para que avancen hacia ellos.
Además de esto, con una correcta y mejor señalización, para que las personas que conduzcan por las calles de Madrid, sepan que esas calles tienen un acceso más restringido que en otras y si quieren acceder a esa zona, que los aparcamientos subterráneos sean el camino para que deje el coche y vaya andando o en otro transporte a esa zona.
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