Imagen de una de las entradas de acceso a la estación de Tribunal. Fotografía del autor.
En la mañana del 19 de agosto, pudimos ver las obras de la línea 1 de Metro de Madrid, con motivo de la asistencia del consejero de Transportes, Vivienda e Infraestructuras de la Comunidad, Pedro Rollán, para conocer el avance de las mismas. Desde la Comunidad de Madrid se afirma que las obras se encuentran al 36% de su ejecución.
Detrás del cierre de las estaciones de la línea 1 de Metro de Madrid, las cuales se encuentran entre Plaza de Castilla y Sierra de Guadalupe, se encuentra un mundo de polvo, calor y ruido incesante durante todos los días: son las obras de la mejora, en ciertos tramos, de la línea más antigua de Madrid.
Entramos en la estación de Tribunal, una de las estaciones del tramo primigenio del Metro de Madrid y que en ese momento no se encontraba con el típico trasiego de pasajeros haciendo la conexión entre sus líneas o saliendo-entrando por la estación; sino que más bien el trasiego era de maquinas de obras y de empleados, haciendo poco a poco las obras.

Nuestra parada se encontraba vacía, la catenaria tranviaria dejaba de sustentar el cable de contacto de sujeción cerámica, los cables de comunicaciones y elementos de transmisión de energía dejaban de verse por debajo de los andenes, y no existían las distintas señales luminosas de paso o sistemas de seguridad. Todo estaba limpio para trabajar.
Nos adentramos poco al túnel, uno de las partes que muchos observamos a través de las ventanas; pero que hoy podemos verlo a nivel de vía. La parte con elementos de hormigón, dejaba paso para un sistema de galería tradicional de Metro de Madrid.
La parte de la bóveda se encontraba con ladrillo visto de forma que podía verse una deterioración bastante importante, debido al paso del tiempo y de las distintas circulaciones diarias que soporta. Estas partes, se intentan atacar mediante martillos neumáticos, para establecer una fase de inyección de hormigonado en las cavidades.

Pero no toda la infraestructura que visitamos estaba con el ladrillo visto en toda la galería, sino que algunas zonas estaban cubiertas. Los técnicos establecen una malla protectora, que evita las filtraciones de las aguas y protege la estructura. Para sostenerla posteriormente, se establecerá una capa de encofrado, dando un aspecto uniforme al túnel.

Algunas zona del túnel, previamente arregladas, presentaban unas pequeñas filtraciones, las cuales, se intentarían arreglar a través de la inyección de hormigón, pero primero ha de realizarse un estudio estableciendo parámetros de topografía e imagen de su estado. Cuando pasamos por su zona de trabajo, a modo de comparativa nos explicaban que “mientras nosotros hacíamos fotografías, ellos nos las hacían a nosotros”.

Pero los trabajos del túnel todavía no descansan, todavía quedan kilómetros y kilómetros, que dos empresas (Dragados y OHL) trabajan con una serie de plazos, para ver completado la consolidación de los túneles. Pero aun queda la instalación de la catenaria y otros elementos electrónicos para establecer la funcionalidad de la línea de nuevo, durante un año; luego tocarán nuevas obras.
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